¿Deseas ser una persona sabia? ¿Te gustaría tener una postura coherente y sensata frente a las decisiones difíciles? Dios puede ayudarte a ser una persona prudente en el camino de la vida.
El principio de la sabiduría es el temor del Señor;
buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos.
¡Su alabanza permanece para siempre!
(Salmo 111:10)
Temer a Dios es respetarlo, honrarlo y amarlo por encima de todo. Ese temor no implica pavor, sino una reverencia que reconoce que el Señor está sobre todo y todos. Es precisamente por ser el Todopoderoso, Creador y sustentador del universo que él merece nuestra estima, atención y obediencia.
La Biblia nos enseña que si deseamos tener sentido común en todas las áreas de la vida, necesitamos apreciar a Dios considerándolo como más importante que todo y todos. El temor de Dios orienta en las decisiones, edifica sueños, trae reconciliación, bendice hogares y da juicio a los que están alejados del camino.
Teme a Dios y sé sabio
- Evalúa en tu corazón si realmente temes a Dios de forma correcta.
- Haz el siguiente ejercicio: imagina una persona poderosa en el mundo. ¿Cómo la tratarías si te la encontraras de frente ahora? Dios merece mucho más tu atención, temor y admiración.
- Pídele a Dios que te ayude a crecer en temor, amor y tu dedicación a él.
- Busca la sabiduría que viene de lo alto a través de la Palabra de Dios (Santiago 3:13-18).