Fuerzas israelíes ejecutan una oleada de ataques sobre Gaza e intentan «retomar territorio» después de que Hamás, el grupo militante islamista que controla la Franja de Gaza, orquestara este sábado un ataque coordinado contra Israel disparando cientos de misiles, infiltrando combatientes en territorio israelí y secuestrando a decenas de civiles y soldados.
La contraofensiva de Israel arrancó el sábado y continuó este domingo.
El ejército israelí también realiza maniobras ofensivas en el sur de Líbano después de que desde allí se disparara hacia posiciones israelíes en la zona en disputa del Monte Dov / Granjas de Shebaa.
El grupo militante libanés Hezbolá afirmó que lanzó su ataque «en solidaridad con la resistencia palestina».
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel entró en una “guerra larga y difícil” y prometió una «poderosa venganza» contra los militantes palestinos.
Al menos 600 personas murieron en Israel y 413 en Gaza, según las autoridades de cada lado, y se estima que hay miles de heridos.
También se señala que cerca de 100 personas han sido tomadas como rehenes por los militantes palestinos.
Férrea ofensiva de Israel contra Hamás
Netanyahu dijo en un comunicado que la guerra fue provocada por «un ataque asesino de Hamás» y que la primera fase terminaría en las próximas horas cuando la mayoría de militantes en territorio israelí sean neutralizados.
El gobierno israelí también anunció que cortaría los suministros de electricidad, combustible y bienes a Gaza.
El escenario pesadilla para Israel, que militantes palestinos se infiltraran en masa en el sur del país, comenzó en las primeras horas del sábado, tras el fin de la fiesta judía de Sucot.
Decenas de hombres armados penetraron la barrera perimetral de Gaza, entrando en Israel por tierra, mar y aire.
Gradualmente, el ejército israelí comenzó a recuperar control en la mayoría de comunidades del sur donde irrumpieron los militantes palestinos.
Qué se sabe de los rehenes capturados por Hamás
El ejército israelí dijo que un «número significativo» de civiles y soldados israelíes fueron capturados como rehenes del grupo militante palestino Hamás.
Entre los secuestrados, agregó, hay niños, mujeres, ancianos y discapacitados.
Algunos están vivos y se cree que otros están muertos, dijo el portavoz militar, el teniente coronel Jonathan Conricus.
En redes sociales están circulando videos que presuntamente muestran a israelíes en manos de combatientes de Hamás.
“Ésta es una guerra completamente nueva, sobre todo por el asombroso número de rehenes -cerca de 100- y el alto nivel de víctimas israelíes”, dijo Lyse Doucet, corresponsal internacional en jefe de la BBC.
“Eso, sumado a un gobierno israelí de extrema derecha, está ejerciendo una enorme presión sobre Netanyahu para que haga algo grande. Y Hamás tampoco va a retroceder; no va a detener el fuego”, agregó.
Operación planificada durante meses
Muchos se preguntan cómo Israel fue sorprendido con uno de los ataques transfronterizos más graves que ha enfrentado en más de una generación.
Según el editor de información internacional de la BBC, Jeremy Bowen, “la complejidad de la operación de Hamás demuestra que había sido planificada durante meses. No fue una respuesta apresurada”.
En el centro del problema, agregó Bowen, está el conflicto sin resolver que se extiende por un siglo entre árabes y judíos por el control de la tierra entre el mar Mediterráneo y el río Jordán.
Estos acontecimientos que se intensifican rápidamente demuestran una vez más que el conflicto no puede gestionarse simplemente.
“Cuando se deja que se pudra, la violencia y el derramamiento de sangre están garantizados”, señaló el experto.